jueves, 7 de octubre de 2010

Muerto en vida

Triste agonía siento al recordarte
como el de mil agujas
clavándose en mi alma.

El verte me destroza,
mi corazón no tiene compostura,
mi destino ha sido marcado,
mi única salvación la muerte.

Suplico el poder olvidarte,
jamás haberte conocido,
anhelo el poder odiarte,
mas tu recuerdo es mi castigo.

He perdido mi interés
siento un gran vacío,
mi corazón no late ya mas.

Terribles noches paso añorando mi muerte
con la cual espero sosegar mi dolor;
mas tu ya me has matado
con la daga que has clavado en mi corazón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario