jueves, 5 de mayo de 2011

escrito 30...

Ponte a imaginar
nuestras vidas
suspendidas
en el altar,
si querías ir al cielo
yo te puedo llevar.

Ponte a imaginar
la agonía termina
al igual que la oscuridad,
si querías ir al cielo
yo te puedo llevar.

Mira atenta al mar
tratando de olvidar
el fuego que es Satanás,
mira estallar
las venas abiertas de América
con la promesa de regresar
a mis brazos.

Asiste a la cita
en el pabellón de muerte
que su orfandad y miseria
no te inquieten.

Siente el alivio,
disfraza el aroma de miedo
en la dicha del muerto.

Quema los libros viejos,
yo también coartado en la historia
evolucionare
en un poeta negro que traslade
las aberraciones literarias
propias de esta época digital
a una exuberancia de corazones sangrantes.

Me vuelco al infierno
para limpiar tus ojos
mojando un pañuelo
en agua bendita,
te amo
quiero lo mejor para ti;
quiero sólo lo mejor para ti
imagina que yo te hago existir.

Te contemplo
todas las noches,
miro como yaces desprendida
tan siniestra
cual nocturna femenina
arrojada a la playa
a soñar con el mar.

Rebosa en ti
aquella solemnidad
adornada con nostalgia
afín a la siniestra embriaguez
precedente al alba.

Tempestuosos son todos mis deseos,
grácilmente paralelos
al amor enfermo
que te profeso.

Enfatizo aquello perteneciente
al subjetivo existir óntico
y suplanto un equilibrio perdido
cuando el sonido sin palabras
logra comunicarse conmigo.

Forcluir en el espacio neuronal
al ascender gráciles sombras
con la cosmovisión acentuada
sin distinción temporal
sin control parcial,
resquebrajare lo consciente
para estimular con mi pene
esa apariencia virginal.

Exaltando el orden escénico y ritual
del discurso azaroso
es ahí cuando tu aroma
seduce a toda mi existencia.

Cuando de mi corazón
nacen versos libres de sufrimiento,
con tus caricias
Santificas a mi cuerpo

A pequeña escala
tu imagen celestial
absorbe mi compulsiva obsesión
por fornicar.

Porque antecedes mis sueños
conviertes lo sublime en algo real,
aun si eres anónima físicamente
eres consumida por mi
como una estructura musical.

Cree en mis palabras
con su terror y supremacía fantástica.

Imagina que te hago existir
en el cielo al que quieres ir,
imagina te hago existir
libre de culpa,
acostada en el edén,
desapareceré para ti las pasiones negativas,
no morirás en lo espiritual
tendrás sanidad interior.

Soy un creyente buscando redención
mientras los rezos son fuertes
el clamor de mi voz
llorara tu dolor,
a donde has de ir
será el lugar al que llamare hogar.
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