Una poesía para enamorar segunda parte

El sonido de tu nombre es dulce a mi oído,
el tipo de cosas que no caerán en el olvido.
A veces lo susurro al viento mientras ando ido
Y pienso en cómo se siente hoy estar vivo

Mi alma bebe el elixir que creí no existía
Que el amor es de películas, de la fantasía
Hoy soy una persona repleta de sabiduría
Conozco el amor, el ensueño y la alegría

Cuanto tiempo anhelé poderme enamorar
Creer en alguien, en su hombro poderme echar
Dejar de andar solo, sentirme gris y llorar
Que alguien me pertenezca, que sea mi hogar

Que te amo, este poema quiere decir eso,
Que te colmen mis palabras en su real peso,
Que entiendas que de tí soy esclavo, preso
Y me devuelvas con una lágrima y un beso.
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Un poema para enamorar

He amado otras veces, creyendo lo que el amor era,
pero antes era un niño haciendo las tareas
y hoy soy un hombre que enseña a su manera.
Llegaste en el momento justo, cuando estaba preparado.
Antes no hubiera sabido quererte, era un tonto atolondrado.
Pero tu alma me habló con la voz de un genial cantor,
tu corazón me enamoró con el más sublime candor.
Quiero ser ese hombre que buscas, el perfecto,
el que nunca te defraudará, ni hará nada incorrecto.
El que toma tu mano como si ella le perteneciera,
el que tallará tus sueños con la mejor madera.
El que te protega del horror que hay afuera,
el que con paciencia y cariño tu entrega espera.
El que mate tus males y aleje a los demonios,
el que cure tus heridas y deshaga tus odios.
Dejame demostrarte que el principe azul existe,
dejame ser todo aquello que siempre quisiste...
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Enamorandote

Lo he pensado y repasado mil veces
pero no soy pez entre los peces
Mi manera de hablar y desmostrar
No es la del hombre medio
No tengo experiencia en amar
Pero haré el intento en este poema
Que he escrito como Shakespear,
A mano, bajo la luz de una vela
En él quiero decirlo todo sin ruedos
Que entiendas que te necesito
Que correspondas mi amor ruego
En tí vi una ventana al horizonte
Que me ha enseñado un mundo
De valles, praderas y montes
En él somos felices juntos
Tú me enseñas a amar
Yo te sigo a los tumbos
Una sonrisa por un pecado
Una lágrima a cambio de felicidad
En tí todo supura bondad
En mí la paz de ser amado
Que la visión se haga cierta
Puedes dejarlo en mi poder
Tú sólo ábreme la puerta
Y juntos echemos a correr.