a quien quiero engañar

con esta falsa sonrisa,
si en estos últimos días
he amanecido con el llanto
al borde de mis ojos.

A quién quiero engañar
si paso horas en la ventana,
esperando a cada segundo,
una vez más tu llegada.

Cada noche recorro
de lado a lado mi recamara
intentando ocultar mi ansia,
que más bien, de esta manera
se manifiesta.

Y ya no hablemos
de cuando intento dormir,
porque por más que esté somnoliento,
hay algo en mis adentros,
un mayúsculo letargo
que no me deja conciliar el sueño.

A quién quiero engañar
con esta falsa tranquilidad,
sólo me engaño a mi
esa es la única verdad.

A quién quiero engañar
con esta falsa sonrisa,
si por dentro
tengo una gran herida.