Cantaré esta Antigua Letanía...
Ámame, tú, que eres Luz y Sombra.
Ámame, tú, que eres efímeramente eterno.
Ámame, que con mi muerte te daré la vida
y mi sangre correrá sin desenfreno
por tus venas.
Protégeme con tus alas, dulce ángel oscuro.
Llévame por caminos intransitados.
Acompáñame en la solitaria senda
que lleva al Infierno
y no permitas que tropiece
en las vagas ilusiones
del mundo de aquellos que son, o serán
felices.
Envuélveme el corazón con tu cálido abrazo
de rosas y salvajes espinas.
Amárrame a ti, te lo pido,
Llévame a la Oscuridad contigo...
Y, mientras, seguiré cantando esta antigua letanía...
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