jueves, 10 de junio de 2010

De mis dudas y las lágrimas

Maldita sea los sentimientos que me rigen, ¿por que tenemos que sentir esa necesidad de amar? Y cuando lo hacemos caemos en un rechazo del cual se desprende la tristeza, aquella tristeza que nos llena de dolor. Y aquel dolor se transmite a los demás. La única forma de tranquilizar mi dolor es con amor, ¿pero si no lo encuentro? ¿Seguiré igual con la mirada hacia abajo esperando que alguien sienta algo por mi?, ¿tendré que esperar que alguien se apiade de mis lágrimas? ¿Que pasará si aquella persona dominada por el odio se aprovecha de mi desdicha en la vida y me deja en una ruina? Lo único que podría hacer es maldecir su nombre eternamente, sin embargo nunca la odiaría, a pesar de que me haya quitado mi vida.

¿Que pasará si encuentro el amor? ¿Podré abrir mis ojos y ver la belleza de la vida? Será que en verdad encontré la felicidad? ¿Mi dolor será olvidado por el amor? ¿En ves de mirar hacia abajo ahora podré ver el paraíso que se abre para mí? ¿Veré en mi rostro aquella sonrisa que tanto había ocultado? ¿Esta felicidad la podré contagiar a todos y hacer una bella armonía de amor hacia todos, sin importar a gente ajena? ¿Pero si de repente te vas? ¿Que pasará? El dolor se apiadara de mí de nuevo, haciendo todo peor.

Mas sin embargo… No puedo evitarlo, siempre al verte me alberga una felicidad, de la cual no dudo, sólo la quiero disfrutar, mis dolores pasados se borran, y mis pensamiento se enfocan en ti, no hay ni un pasado ni futuro, solo esta el presente que eres tú, haciendo que broten mis lagrimas de felicidad.

Pero cuando volteo y no te veo, el tiempo pasa lentamente, cada parte de mi se vuelve más pesada, solo quiero caer, y dormir para que todo pase, aunque se que al despertar seguirá igual, la felicidad de verte será dominada por el dolor que tanto me había constado olvidar, haciendo que mis lagrimas sean de tristeza.

Lo peor de todo es que se que eso pasara, se que un día llegará tu abandono y todo empezara de nuevo, y se que al verte de nuevo llorare, pero no sabré si mis lágrimas serán de tristeza o de felicidad.

Maldito círculo vicioso que nos gobierna, todo empieza en dolor y en dolor termina.

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